La Toma y Retoma del Palacio de Justicia
El 6 y 7 de noviembre de 1985 en la ciudad de Bogotá Colombia ocurre la Toma y Retoma del Palacio de Justicia. Extrañamente el Palacio para tal día estaba desprotegido a pesar de que había amenazas acerca de la Toma. El movimiento guerrillero M19, financiado por los narcotraficantes de la época, Pablo Escobar y los Extraditables, dan inicio a la toma del Palacio de Justicia, teniendo de rehenes a magistrados y al Presidente la Corte Suprema de Justicia, José Reyes Echandía. Durante la Toma, a través de una transmisión radial, el presidente de la Corte Suprema de Justicia le pide al Presidente de la República de la época, Belisario Betancourt Cuartas, una tregua de cese al fuego con los guerrilleros. El presidente se niega trayendo como resultado el enfrentamiento entre el Ejército y la guerrilla dejándo un saldo de 96 personas muertas, el asesinato del Presidente de la Corte Suprema de Justicia y 11 persona desaparecidas. El combate duró por más de 48 horas y la edificación fue totalmente destruida por los tanques del Ejército.
Hoy todavía surge la pregunta por las once personas desaparecidas. De varios de estos existen pruebas y testimonios de que salieron con vida del Palacio a manos del Ejército y fueron llevados a guarniciones militares donde fueron torturados, asesinados y desaparecidos. A partir del 2006 se reabren las investigaciones y se inician procesos contra altos mandos militares. Hoy se han dictado ya dos condenas por crímenes de lesa humanidad en contra del Coronel Alfonso Plazas Vega y el Gnral. Jesús Armando Arias Cabrales. El caso lleva más de dos décadas y aún la verdad no es reconocida, la impunidad reina y debido a esto, el caso ha sido presentado ante Organizaciones Internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Internacional de Justicia en donde se dice que se está ad-portas de un fallo.
El respecto por las victimas ha sido vulnerado debido a la incursión política en donde miembros de la misma fuerza pública, altos mandatarios e incluso el actual Presidente, Juan Manuel Santos y el ex presidente Alvaro Uribe, se han manifestado a favor de los militares condenados, tentando contra la independencia del Poder Judicial. El caso se trata como una batalla política, irrespetando las vidas de los inocentes y se hace énfasis en la culpabilidad del M19 por la Toma cuando aquí no se está dictando condenas por la culpabilidad de la Toma sino por el paradero de estas once personas. En base a testimonios y pruebas los once fueron torturados, asesinados y desaparecidos. Se engaña a la sociedad apuntando a los testigos como falsos y de haber sido suplantados, cuando estos, ya han sido ratificados por las Instituciones Competentes. Muchos de los familiares afectados con este hecho ya fallecieron y dejaron este mundo sin tener razón concreta de sus familiares desaparecidos. La debilidad y falta de punidad en las Instituciones Judiciales, ha dejado este caso sin verdad, justicia ni reparación para los familiares de los desaparecidos mientras que los culpables gozan de privilegios que burlan las órdenes judiciales, de reclusión y los culpables pasan por encima de la Justicia.
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